27 de abril de 2015

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea que tú vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.

9 de abril de 2015

Para cuando prende la llama en el hielo,
yo ya no estoy derramado,
ni estoy brotando en los extremos de las ramas,
cristalizo en un punto de nácar
entre las rejas de un ente,
de un ente en lugar de nada.
Para cuando el acorde me acuchilla
yo ya he puesto tu palabra en la herida,
en la sangre que gotea en la escalera,
palabras como charcos,
charcos como espejos
espejos como cielos.
Cuando el disco flota en el lodo,
los números perfectos se comban
y en los lindes del huerto de luz me embarco,
ayer y mañana se me olvidan,
y cuando la llama prende en el hielo,
el olvido es una huella en la llama.